JULI: Capítulo 3
(VERSIÓN 1.1)
Por Rebelde Buey
4.
El encuentro en el baño
con Bencina pudo generarme alguna duda pero me disipó muchas otras. Que me
manosearan las tetas no eran cuernos. A Bencina le gustaba y a mí, bueno, quizá
también. Que mi marido estuviera siempre cerca de la vejación parecía sumar
excitación, lo mismo que nombrarlo en voz alta con el apodo de cornudo. No
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