Querido Papá
Noel. Me da un poco de vergüenza pedirte esto, aunque vergüenza es lo último
que debiera sentir, pues en este asunto soy la víctima. El pedido no es para
mí, es para mi novia. Y ni siquiera lo pido yo, lo piden los vagos del taller
mecánico de acá a tres casas.
Quieren que le
traigas a mi novia los zapatitos de Cenicienta.
Ya sé que parece
no tener sentido, pero dejame que te
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