BENITO (NOVIO DE SAMANTHA) DIJO: Comparto orgulloso la foto que subió mi novia el lunes. Para los distraídos, no, no es de la fiesta de nuestro compromiso, es del día que fue a buscar trabajo, la semana anterior. Como estaba buscando pero sin encontrar nada, yo traté de ayudarla. Uno de mis clientes, el estudio López, necesitaba una asistente de calle para las inspecciones que hacen a los puentes (miden la distorsión y la fatiga de los materiales y esas cosas). El estudio es pequeño y familiar, lo manejan el viejo López, su hijo y una secretaria, así que cuando me enteré del escote que Samantha había llevado me quise morir. Ella me dijo que no me preocupe, que no era tonta. Fue con un saquito abotonado que la cubría decentemente. Menos mal.
Ahora hace diez días que trabaja allí y lo bueno es que, como el estudio es cliente mío, visito a al amor de mi vida una vez por semana.

SAMANTHA (NOVIA DE BENITO) DIJO: Cuando el cornudo me dijo que me arregló una entrevista en el estudio López, casi salto de la alegría. Se sabe que el hijo es un mujeriego y pirata de campeonato, así que me fui bien bien putita. Elegante, sofisticada, pero lo suficientemente trola como para que me tomen enseguida y con un buen sueldo.
Como no soy boluda me fui con un saquito que me cubrió bárbaro para pasar delante de la secretaria, que suelen ser unas yeguas, y que le van con el cuento a las esposas. Lo que no me imaginé es que la entrevista me la fuera a hacer el viejo. Apenas quedamos solos me quité el saquito y lucí el escote que les muestro en la foto. Si con las tetas que tengo y esa presentación no conseguía el trabajo, me hacía monja.
Al viejo casi se le salen los ojos cuando me vio así. Toda la entrevista me miró las tetas, no podía evitarlo, parecía un nene. Se equivocaba de preguntas, me piropeaba en forma descarada, me salmeaba, en fin… Me dio el trabajo de inmediato, y me dijo que el sueldo lo podía duplicar si él veía que yo tenía “voluntad de sacrificio para progresar”, o triplicar, si mi sacrificio también era orientado a su hijo. Le respondí enseguida, mirándolo a los ojos con la mejor cara de puta que sé poner:
—No tiene idea de lo sacrificada que puedo llegar a ser con tal de progresar...
Sonrió, se levantó de su sillón y se sentó medio apoyado en su escritorio, pero de este lado, pegado y de frente a mí.
—Benito es su novio, y un amigo de la casa… ¿Cómo cree que verá que le paguemos el doble o el triple?
—No creo que sea bueno que se entere de los sacrificios, ni del dinero extra… No quiero preocupar a mi amorcito justo ahora que nos comprometimos para casarnos…
El viejo turro echó una risa y se inclinó hacia mí. Me tomó el borde del escote, con lo que me semi manoseó los pechos, e hizo como que los cerraba, lo cual era imposible. Los pezones se me pararon, y como no llevaba corpiño, los bordes de las aureolas se mostraron un poquito. El viejo babeó y se le paró. A simple vista se notó eso.
—Lo único que, lamentablemente, va a tener que cambiar el estilo de la vestimenta.
Puse carita de cachorro triste, mientras el viejo seguía manoseándome las tetas con la excusa de taparme.
—¿No le gusta mi ropita?
—Me encanta, pero vamos a reservarla para estas cuatro paredes. No es necesario que la secretaria la vea así, es muy celosa, y además la mitad del tiempo trabajamos en la calle rodeados de obreros de la construcción…
La sola imagen me humedeció. Amagué ponerme el saquito y el viejo me detuvo. Quitó sus manos de mis tetas, se abrió el cierre de la bragueta y dijo:
—Ahora voy a hacerle una pequeña prueba…
No era nada pequeña. Sacó una verga rechoncha y pesada, que chupé con más ganas que una naranja.
Hace diez días que estoy en el estudio. El viejo ya me garchó cuatro veces, y el hijo, dos. Salgo de casa vestida bien decente, para que el cuerno me vea y no sospeche, pero en el bolso llevo ropita de trola, especialmente interior.
Lo bueno es cuando el cornudo va a visitar la empresa. El viejo hijo de puta lo hace esperar en la antesala y me garcha al otro lado de la puerta. Mientras mi novio escucha ruidos raros y mira el reloj, yo tengo ensartada la verga del viejo hasta la campanilla. Después, con la leche aun chorreando entre mis piernas, lo hace pasar y lo saluda como si nada, y el cornudo hasta me besa en la boca, la misma boca que dos minutos antes chupaba la pija al viejo.
Pero el año que viene con Benito nos vamos a casar, y por supuesto todo va a cambiar. Nah, mentira, no me pierdo las dos vergas de los López ni con la orden de un juez.
SAMANTHA CAMBIÓ SU ESTADO LABORAL DE EMPLEADA DE ESTUDIOS LÓPEZ A PUTÓN DE ESTUDIOS LÓPEZ
CARLOS (AMIGO DE BENITO) DIJO: Hola, hermosa. Vi tu foto en el muro de mi amigo Benito. ¿Me agregás? No hace falta decirle nada, eh?
SAMANTHA (NOVIA DE BENITO) DIJO: No, disculpame, pero no agrego hombres. No soy esa clase de chica.
ROBERT (AMIGO DE ESTUDIOS LÓPEZ) DIJO: Hola, Samantha, me llamo Robert, soy colega de los López. El viejo me habló muy muy bien de vos, y de tu voluntad de progresar, y por lo que veo en tu foto, se quedó corto al hablar de tu belleza. Quisiera saber si te podría agregar.
SAMANTHA (NOVIA DE BENITO) DIJO: El jueves el cuerno viaja por trabajo, te veo en el Trixi’s a las 12 de la noche. Traé un amigo o dos.