—Hola, Martín? Soy yo,
Nadin. Sí, la esposa de… Ay, no le digas cuerno… Bueno, está bien, la esposa
del cuerno. Escuchame, te llamo porque al pesado de tu amigo no sé qué le pasó
hoy que se quiere hacer el romántico y vinimos a un hotel de lujo a festejar…
Sí, creo que ganó la licitación para auditar la fábrica, no sé… Mirá, todavía
no son las diez y ya se tomó una botella y media de vino, y
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